jueves, 20 de mayo de 2010

Una Palabra para Matrimonios


“Y se cumplió la Escritura que dice: Abraham creyó a Dios, y le fue contado por justicia, y fue llamado amigo de Dios” Santiago 2:23

Hoy Dios me impulsa a escribir algo singular, algo especial, algo que en ningún momento estaba en mis planes pero que por obediencia a un sentir que pone en mi corazón lo hare. Antes de escribirlo quise estar seguro si era nada más un pensamiento mío, pero Dios me hizo sentir que no era invento mío, que era lo que Él quería que escribiera para alguien en especial y si mi Señor manda yo solo obedezco.

¿Qué hermosos son los hijos no?, yo tengo a mi pequeño Uziel que el próximo mes de Junio estará cumpliendo dos años, sin duda es la alegría de mi casa, nos gozamos con él junto a mi esposa Yamita, Dios tuvo a bien darnos un hijo muy hermoso, inteligente y con una gracia especial, te sorprenderías de lo que puede hacer a su corta edad, yo mismo me sorprendo de la capacidad que Dios le ha dado para hacer cosas que no es normal que las hagan a su edad, yo lo veo sobresaliente para su edad y es ahí donde recuerdo que antes y durante el embarazo, cada día orábamos junto a mi esposa para que Dios nos diera un hijo hermoso, sano, inteligente y sobre todo que tuviera la gracia y su respaldo y sin lugar a dudas, Dios lo ha hecho tal y como se lo pedimos.

Mientras pensaba en eso en lo que Dios nos había dado después que oramos cada día de embarazo por eso, Dios traía a mi corazón una palabra especial para algunas parejas que están pidiendo por un bebe, y esto es lo que Dios puso en mi corazón:

Amados, Dios ha visto su disposición de corazón, el anhelo que hay en el de poder tener el privilegio de tener un niño en sus brazos, se lo mucho que se lo han pedido, lo mucho que han orado sin hasta el momento tener una respuesta.

Amada, Dios ha visto tus lágrimas y el deseo de tu corazón de tener entre tus brazos a ese bebe el cual has prometido cuidar y enseñarle los caminos del Señor para que sea un buen hijo de Dios. Dios ha visto las veces que has llorado mientras tu esposo sale, las veces que has estado orando porque Dios tenga a bien regalártelo y todas esas oraciones han llegado a Dios como un olor fragante.

Querido amigo, Dios conoce el enorme anhelo que tienes de ser padre, de poder tener un hijo o una hija a quien poder enseñar tantas cosas, Dios ha visto tus planes y todo lo que te gustaría hacer junto a ese hijo, tu oración ha llegado delante de Dios.

Este día Dios pone en mi corazón decirles que han hallado gracia delante de Dios, que Dios ha inclinado su oído a su clamor y que El ha examinado el deseo sincero de su corazón y ha tenido a bien premiarlos con ese niño o niña que siempre han querido, en las próximas semanas recibirán la gran noticia que estarán en cinta, su corazón se estremecerá a causa de la fidelidad de Dios, lagrimas de sus ojos saldrán de ver su tan ansiada petición contestada, porque Dios no olvida tu clamor y ha examinado tu corazón y por ello ha tenido a bien premiarlos.

Cuando eso ocurra agradezcan al Señor con una vida integra, impongan sus manos sobre el vientre y oren cada día que pase hasta el día de dar a luz, bendigan a su hijo o hija, declárenlo en bendición, declárenlo sano, declárenlo con la gracia de Dios, porque Dios escuchar su oración.

Todo este tiempo que pensaste que nunca podrían tener un bebe nada mas ha sido un tiempo en donde Dios ha examinado su corazón, pueda que te hayan dicho que es difícil que puedan procrear un hijo, pero lo que es difícil para el ser humano, es de lo más fácil para Dios.

Cree, toma para ti esta palabra, esta promesa, si Dios me lo hace sentir es porque El actuara dentro del tiempo estipulado, no sería capaz de decir algo que Dios no me haya puesto en el corazón, por tal razón como confirmación de esta palabra te pediré que cuando ese momento llegue, es decir cuando se den cuenta que están embarazados, puedas escribirme a: contacto@enriquemonterroza.com y den testimonio de lo que Dios ha hecho en sus vidas, eso será la confirmación de que esta palabra viene de Dios.

Quiero terminar con una oración al Señor:

“Padre que estas en los cielos, gracias te doy por tu enorme bondad, amor y misericordia hacia nuestras vidas, gracias Dios mío por ser tan hermoso con nosotros, por ser tan Fiel y sobre todo por ser tan cuidadoso de nuestras necesidades, te agradezco este día por lo que estás haciendo en las vidas de estos matrimonios, bendigo a cada uno de ellos y proclamo que de la forma que crean así les sea hecho, honra la fe de los que te creen y cumple la palabra que en este día les has dado, gracias Señor por todo lo que haces, sea tu Nombre alabado, exaltado y glorificado, en el Nombre Poderoso de Jesús, Amén”.

“Elí respondió y dijo: Ve en paz, y el Dios de Israel te otorgue la petición que le has hecho”. 1 Samuel 1:17

Con mucho amor en el Señor

Anorexia universal


No es tan famoso como el diario de Ana Frank, pero es igual de dramático. El penúltimo apunte lleva fecha de mayo 1989, y dice: «Me siento como un zombi. No puedo hablar claro. Mi cuerpo no da más.» La última anotación lleva fecha de febrero 1990, y dice: «Estoy asustada. No puedo detener mi modo de vida. Mi anorexia me está matando. Todo lo que puedo hacer es gritar: “¡Sálvenme! ¡sálvenme!”»

Estas anotaciones fueron encontradas en el diario de Kate Dunbar, una hermosa señorita que murió de anorexia nerviosa el día 2 de enero de 1991.

Todo comenzó cuando quiso adelgazar y dejó de comer lo que debía. Cuando se dio cuenta, ya hasta aborrecía la comida. Murió a los veintidós años de edad, pesando sólo veinte kilos.

La anorexia nerviosa es una enfermedad típica de las jóvenes modernas que dejan de comer para, como dicen ellas, «conservar la línea». Anorexia viene de dos palabras griegas: a, que significa «sin», y orexia, que significa algo como «anhelo». Es decir, sin anhelo, sin ganas.

Eso es exactamente lo que ocurre en este mundo moderno en que vivimos. Nos estamos muriendo de anorexia espiritual. Hemos procurado obtener todos los bienes materiales posibles, y hemos buscado satisfacer todos los deseos de la naturaleza pecaminosa, pero hemos dejado de buscar lo espiritual. El resultado es una asombrosa pérdida de vigor moral, una horrible anemia espiritual.

A fines del siglo dieciocho comenzó la revolución industrial con el desarrollo del maquinismo y el sistema capitalista. A fines del siglo diecinueve aparecieron las ideas del marxismo y la psicología de Freud. El siglo veinte vio el surgimiento de los poderes totalitarios y el progreso de las comunicaciones.

Junto con esto, hemos visto el nacimiento de la drogadicción y su secuela, el narcotráfico. Y en 1980 se presentó en escena un personaje horrible, el SIDA, que amenaza acabar con toda la humanidad.

¿Qué es lo que sucede? El alma del hombre moderno sufre anorexia. No tiene hambre de Dios. Ha perdido la fe. Ahora es el tiempo de hacer de Cristo el Señor de nuestra vida. Sólo así encontraremos el secreto de la verdadera salud espiritual. No hay nadie que tenga que morir de anorexia.

Hermano Pablo